El hígado presenta 2 caras: 1 diafragmática y la otra visceral, en la diafragmática encontramos 2 lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo siendo el derecho más grande, estos lóbulos están dividido por el ligamento falciforme el cual se extiende hasta la zona umbilical, por su borde libre se encuentra el ligamento redondo (restos de la vena umbilical embrionaria) estos restos de la vena umbilical se unen a las venas subcutáneas periumbilicales que irradian desde el ombligo, las cuales drenan en la vena iliaca externa y finalmente en la vena cava inferior. Al llegar a la parte posterior de la cara diafragmática, el ligamento falciforme se divide en 2 hojas dando lugar al ligamento coronario. Cada una de estas hojas se dirige a cada uno de sus bordes derecho e izquierdo del hígado, donde se une a la hoja peritoneal de la cara visceral del hígado que se refleja sobre el diafragma, formando los ligamentos triangulares derecho e izquierdo.
En la cara visceral encontramos dos
lóbulos más, el lóbulo caudado y el lóbulo cuadrado. El suministro de sangre
del hígado es exclusivo proviene tanto del corazón como del tracto digestivo en
forma directa a través de la vena porta. El hígado tiene 2 vías por las que
recibe sangre: la arteria hepática que transporta la sangre oxigenada
procedente del corazón, y la vena porta que transporta la sangre rica en
nutrientes desde el estómago y los intestinos.
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